Por Patricia Ochoa
ELIETTE, te quiero platicar que tuve la fortuna de estar en tu nacimiento y ser testigo del milagro de la vida.
Tu mamá es una mujer muy fuerte, convencida de que querían darte la mejor bienvenida, decidió cambiar de médico en tus últimas semanas de crecimiento y no perderse todas las sensaciones que tú le fuiste regalando en esos 9 meses. Esto le permitió estar muy conectada con su cuerpo, su intuición femenina y prepararse física, mental y espiritualmente para tu llegada.
Lo ideal es que la pareja elabore su plan de parto, lo comparta con sus médicos (obstetra y pediatra) y estén abiertos a que éste recorrido puede ser incierto, pedregoso, con rutas alternas, mágico, transformador y poderoso. Siempre he pensado que “parir” es un regalo que tenemos las mujeres, nos brinda la oportunidad de descubrir nuestras fortalezas, soltar, confiar, sorprenderte, trabajar miedos y empoderarte.
El camino de ustedes fue retador para las dos: muchas horas, contracciones intensas que sabemos también a ti te prepararon para un mejor nacimiento -gracias a todo el cóctel hormonal- con muchos recursos para manejar cada oleada y acompañada por las personas que tu mamá eligió cuidadosamente. Tu papá amoroso y atento a lo que tu mamá iba necesitando, sus miradas, caricias. Itzel, tu médico, no se separó en ningún momento que déjame decirte no es lo habitual y pendiente de todo lo que sucedía, le brindó a tu mamá masajes, palabras de aliento, miradas, confianza, un entorno de respeto y siempre atenta a que tú estuvieras bien.....
Las sensaciones de empujar llegaron, pasaron varias horas de mucho trabajo, cambios de posiciones, entrada y salida a la regadera, tina de parto, traguitos de jugo, agua, unos pedacitos de chocolate, cucharaditas de miel.... masajes, apoyo con el rebozo, esencias, miradas entrecruzadas, vocalizaciones, apretones de mano, silla de parto -que tiene una historia larga en su uso- ..... en fin muchos recursos para manejar el dolor, abrir y transformar la pelvis y facilitar que tú fueras descendiendo por ese pasadizo y que tu mamá estuviera más cómoda y fuerte para trabajar cada contracción y sensaciones que llegaban.
A pesar de todo esto te quedaste arriba, así que Itzel con todo su conocimiento y experiencia decidió tomar otro recorrido, la cesárea.
Sabemos que es una intervención mayor, pero cuando realmente esta justificada con evidencia científica se debe tomar este recorrido, y si, es un plan Z que muchas veces duele, duele el corazón pero que es necesario.
En este procedimiento médico se cuido bajar las luces, la anestesióloga iba explicando todo con un lenguaje muy sencillo y cariñosa, las voces eran como susurros. Tu papá estaba muy cerca y en el momento que estabas naciendo Itzel bajó un campo que ponen para que tu mamá no se perdiera este momento y pudiera verte y estar atenta a todo lo que sucedía. Pinzaron tu cordón unos 5 minutos después de tu nacimiento y la pediatra cuidadosamente te colocó desnudita en el pecho de tu mamá como por una hora, que sabemos es un momento crucial para el apego y el bienestar de las dos. Casi no lloraste, abrías tus ojos grandes y tu mirada se cruzó con la de tu madre. Sabemos que todo esto genera una explosión de oxitocina y otras hormonas que son indispensables para que se enamore tu mamá de ti. Tu papá te toco tu manita de una manera muy tierna y te agarraste de uno de sus dedos y no soltaste. Seguro estabas pensando, YO de aquí soy.......
Eres una gorda hermosa de 3,780 gr, cachetona, que le diste a tu mamá la oportunidad de encontrarse con ella misma en otra dimensión y salir fortalecida en todos los sentidos de esta gran experiencia. Además estoy segura que tu papá la ve con otros ojos y descubrió también en ella la gran mujer que tiene a su lado.
Yo le agradezco mucho a tus papás me hayan invitado a ser parte de este caminar y enseñarme lo mágico de tu llegada. Además es la primera vez que trabajo con Itzel, siempre es una alegría saber que “SI hay médicos” que respetan la fisiología del parto, no pierden la mirada en que la mujer es la protagonista, se basan en evidencia científica y trabajan de una manera amorosa y respetuosa.
Gracias Ivonne, Eduardo y bienvenida querida Eliette!!!!