Patricia

Patricia

 

En espera de un tercer bebé, se arranca….. no se arranca y así pasan varios días.

Estos inicios lentos generan la mayoría de las veces en las madres un desgaste emocional, además del físico que ya existe. Sobretodo cuando hay chiquitos en casa, que todas las que somos madres sabemos lo que demandan los hijos.

No cabe duda que la clave está en la paciencia y confianza de la madre y  su equipo médico, incluyendo a la doula. Parece que no sucede nada pero a nivel hormonal hay muchos cambios y beneficios para la mamá y su bebé, solo hay que esperar, porque si están sucediendo muchas cosas.

Por lo general es a nosotras, las doulas,  que nos hablan para preguntarnos que hacer para arrancar el trabajo de parto. Ya les recomendaron caminar tres veces el centro comercial, acupuntura, homeopatía,  relaciones sexuales, te de canela y frambuesa, piña…….que les digo yo, confíen en su bebé y su cuerpo, busquen actividades que les generen alegría y distracción, disfruten su panza y no dejen de conectarse con su bebé, es un acto de mucha paciencia!!!! (suena fácil pero no lo es)

Pues así se arranca esta hermosa mujer cuando su bebé esta listo con una ruptura espontánea de membranas, importante estar en contacto con el médico, observar las características del líquido. En la mayoría de los casos, a los médicos les gusta checar a las mamás y a su bebé y si todo está en orden se van a casa a esperar a que el trabajo de parto se arranque y se establezca un buen patrón de contracciones.

Cada trabajo de parto  imprime una huella y experiencia irrepetible. Su tercer trabajo de parto, el cuerpo de alguna manera  sabe lo que tiene que hacer, pero cada recorrido es único, la mujer seguro lleva en su maleta herramientas nuevas y a sacado las que estorban y entorpecen. Se remueven emociones, sentimientos, dudas, miedos…………confiar y soltar se debe de buscar.

Apoyada con la música que ella y su marido han preparado de manera muy especial, los ritmos suaves la transportan a un estado de relajación y luego a entrar en rituales al ritmo de tambores que la llevan inclusive a un trance (no pude dejar de observar.)

Sabemos que la libertad de movimiento y cambios de posición son fundamentales para que el trabajo de parto progrese y haya un mejor manejo del dolor, una madre difícilmente se acuesta y si lo hace, en cuanto viene la siguiente contracción busca la mejor posición y de manera muy inconsciente se alía con su pelvis para abrirle mas espacio a su bebé.

Cada bebé hace de las suyas, así que Sam decidió rotar en el sentido opuesto. Pero no contaba con que el médico que estaba esperando su llegada conoce muy bien la pelvis y sus asimetrías. Así que el equipo de médicos, incluyendo a su doula apretamos isquiones, subimos y bajamos la pierna, después la otra pierna, acompañada de respiraciones profundas y manteniendo el ánimo de la mujer, logramos que Sam se recolocara a la posición optima. Todo esto lo orquestó el Dr. Jesús Luján, con el consentimiento de la madre,  que entiende y respeta la fisiología del parto.

La tina ya estaba preparada, pues ellos deseaban tener un nacimiento en agua y hubo el tiempo para sumergirse en la calidez del agua y esperar al último esfuerzo para tener en brazos a su gordo esperado.

Todo parecía que fluía muy bien, fueron estas ultimas contracciones las que la retaron y las incomodidades de tanto movimiento de piernas, pero valió la pena y mucho. Su tercer mosquetero de 3,650 gr. al fin había llegado.

Sam de inmediato fue llevado al pecho de su madre, ahí la pediatra, la Dra. Carolina, lo revisó y respetó que se diera todo lo mágico del apego el reconocimiento y enamoramiento mutuo , tocarlo, olerlo, sentirlo………besarlo.

Así fue el recorrido de esta mujer, conectada con su cuerpo en una ambiente de respeto y tranquilidad. Acompañada también de otra gran mujer, la Dra. Arlet (que también es madre de tres hijos) que no dejó de animarla y apoyarla. Se cruzaban miradas de complicidad y apretones de manos con una empatía muy especial.

Que más lindo que acompañar a Tania y Santi por tercera vez al nacimiento de su bebé. Son ustedes las mujeres las que me han enseñado a escuchar, observar y esperar pacientemente la llegada de un bebé. De no dejar de sorprenderme de la fortaleza de la mujer y de la perfección del cuerpo.  De saber que hay médicos dispuestos a esperar y respetar la fisiología del nacimiento sin prisas e intervenciones innecesarias.

 

Gracias por la confianza y su cariño.